Mayo con M de memorias que se quedan
Ese mes que pareció bordado con hilos invisibles de momentos mágicos.
Hoy es domingo, 1° de junio del 2025, y aunque mayo ya se fue, quiero despedirlo como siento que se merece. Fue un mes extraño para mí, cargado de días ocupados —en el buen sentido—, llenos de trabajo y eventos a destiempo. Sumando mis clases de italiano y, buena noticia: acabo de retomar mis clases de inglés.
No escribí tanto como me habría gustado. Faltaron palabras en papel, sí, pero no faltó poesía en la vida. Algunos días fueron versos tristes, otros, cometas de colores surcando cielos despejados. Celebré el cumpleaños de dos buenas amigas. Ambas tienen dichos que ahora forman parte de mis mantras diarios, pequeños amuletos verbales que acarician el alma.
La primera es Are: personita mágica y esponjosa que llegó a alumbrarme el camino y a enseñarme cosas sin darse cuenta... Y yo sin notarlo del todo. Con el tiempo me he dado cuenta de que tenerla cerca ha sido fundamental. No sé si ya lo he escrito antes, pero repetirlo me hace bien:
“A las personas bonitas nos pasan cosas bonitas.”
Bonitas del alma, con valores, con bondad en el corazón. Bonitas que vibran alto, sin malicia. Así definimos la palabra “bonita” entre nosotras. Y qué suerte la mía: tengo tanto amor dentro que a veces siento que el universo me lo devuelve disfrazado de situaciones, señales y personas luminosas.
El segundo dicho es de mi amiga Lau, alma blanca y ligera, pachonsita, siempre con una sonrisa lista y abrazos que calientan el alma. Ella suele decir, cada que nos reunimos y todo fluye tan bien:
“Porque cuando nos vaya mal, nos vaya como esta noche.”
¡Waooo! Explosión de buenas energías en el cuerpo.
Qué lindo es estar rodeada de personas que te suman.
A veces necesito regresar a mi galería y ver en dónde empezaron las fotos y videos del mes. Han pasado tantas cosas que esa es mi brújula de memoria. No soy muy buena narrando, lo sé, pero solo quiero contarles que —Dios, el universo, la vida— en este mayo fueron amables conmigo. No es que antes no lo hayan sido, pero este mes fue el protagonista, y por eso le doy su espacio especial.
Conocí personas increíbles que me compartieron su forma de ver el mundo. Y de todos esos trocitos que me hicieron bien, quiero quedarme con los que me iluminaron. Estuve en museos nuevos. Empezó el mes de la lluvia. La pasé increíble en el karaoke. Y tengo una amiga muy talentosa, a quien admiro muchísimo, que me ha hecho querer retomar unos planes que incluyen ilustraciones —planes que había dejado en pausa por dudar de mis capacidades con el dibujo—. Eso me recordó que todo se acomoda en el tiempo justo: cuando debe ser, y no cuando uno quiere.
Cociné más variado. Medité más. Recuperé mi rutina de sueño. Me siento feliz por dentro.
Fui al cine a ver cantar a Juan Gabriel en Bellas Artes. Fui al teatro ya tenía rato sin ir. Una amiga vino a la ciudad después de años sin vernos —¡conocí a su mamá!—. Fui a la montaña con mis amigas. Benditas sean las amigas. Hicimos una videollamada de siete personas, todos amigos repartidos por el mundo y con diferentes zonas horarias, y aun así logramos reunirnos un rato.
Vi la nueva peli de Lilo & Stitch. Recité poesía en público. He estado un poco ausente de algunos de mis allegados y quiero retomar esa cercanía. Mayo me deja cosas bonitas. Quizá no alcancé a contar todas o lancé los sucesos al azar, pero así fue: agradezco la luz que las personitas de mi entorno me brindan.
Somos lo que llevamos por dentro. Y eso atrae lo que merecemos. Hoy pienso que los buenos somos más, y que nuestro deber es hacer del mundo un lugar más bonito.
En mi caso, escribo. Suelto. Me libero.
En mi journaling, pego tickets de eventos, de restaurantes, de libros. Le pongo notitas que me recuerdan lo significativo que fue todo. Y cuando vuelvo a leerme, a encontrar a mi "yo" de antes, me doy cuenta de que aunque hubo días o semanas pesadas, también hubo momentos que valieron completamente la pena.
Todavía me faltan muchas cosas por vivir, por aprender, por crear. Pero por ahora, solo puedo decir:
¡Gracias, mayo!
Por todo lo que me diste, por lo que me enseñaste, por lo que me mostraste.
Posdata:
Dejo el link de la playlist con la que me gusta escribir, por si quieren escucharla.
Les dejo amor en cantidades industriales. Gracias por estar acá, leerme, acompañarme.